domingo, 8 de abril de 2012

Finalidad de la psicomotricidad:

Una sesión de psicomotricidad es la sesión de Educación Física, pero que va a destinada  (y está adaptada) a niños menores de 6 años.

Una buena sesión de psicomotricidad siempre debe tener como finalidad reforzar en el niño el conocimiento de su propio cuerpo, y que sepa y tenga claras cuales son sus limitaciones, es decir, que sepa hasta donde puede llegar sin forzarse  (pudiendo llegar a hacerse daño) y que movimientos, posturas o acciones puede y no puede realizar con su cuerpo (que es su principal instrumento de trabajo).


En este aspecto tanto los padres como los profesores (que sois quienes les van a guiar en la sesión de psicomotricidad) tenéis un papel muy importante a la hora de que ellos adquieran correctamente la finalidad de estas sesiones.

Por un lado debéis controlar que todos los niños cuando estén explorando su cuerpo, señalando las distintas partes (realizando el ejercicio que sea), lo hagan correctamente; al principio se podrá observar a todos los niños en conjunto, y si vemos que alguno no lo hace correctamente debéis corregir; después podemos poner a todos los niños enfrente nuestra e ir señalando las partes de nuestro cuerpo y que ellos (al unísono) vayan diciendo los nombres de dichas partes, pero si vemos que alguno lo dice mal: corregirle; otra manera puede ser que cada niño vaya diciendo la parte del cuerpo que se va a tocar y que lo haga.
Existen muchas formas de que los pequeños descubran su cuerpo, muchas veces incluso lo van a hacer ellos solos. 

   > Ejercicio: ponemos colchonetas en el suelo a lo largo de toda la sala donde tenga lugar la sesión. Les decimos a los niños que se descalcen y se tumben en las colchonetas (nosotros podemos recolocarlos si vemos que la sesión no se va llevar de la manera correcta, por ejemplo, separando a los más habladores, que haya más distancia entre unos y otros...) y después les pedimos que cierren los ojos (es una buena manera para que no se copien los unos de los otros).
El ejercicio consiste en contarles el cuento de "El dedo viajero". Trata de un dedo (el suyo) que es muy aventurero y le encanta "viajar" y descubrir lugares nuevos; los lugares que más le gusta visitar una y otra vez son los del cuerpo (el suyo). Así que el dedo empieza a deslizarse muy despacio por la parte opuesta del cuerpo (si utilizan la mano derecha, pues el lado izquierdo del cuerpo): por los dedos, la mano, el brazo, el cuello... y así por todo el cuerpo.
Vuestra tarea es ir observando a todos los niños, comprobando que su "dedo viajero" se desliza correctamente por las partes que tú les estás indicando, y, además, si tienen los ojos abiertos y están "copiando" a sus compañeros. 


Por otro lado, cuando se trate de realizar una actividad en la que ellos tengan que ponerse en alguna postura determinada, tendréis que observar a quien le va saliendo y a quién no. En este caso pueden influir varios factores, uno puede ser que el niño por razones físicas y personales de su propio cuerpo (por ejemplo, debido a su poca flexibilidad) no pueda realizar dicha postura, en este caso no hay que forzarle abruptamente, pero sí, de manera delicada y poco a poco, podemos ir desarrollándosela; y el otro factor puede ser simplemente que esté realizando incorrectamente dicha postura, lo cual hace que fuerce su cuerpo y por eso le duela.

> Ejercicio: El juego de las "cinco posturas". 
Este juego consiste en enseñarle a los niños cinco posturas diferentes (pero fáciles de conseguir para su edad) y relacionarlas con cinco números (del 1 al 5), por ejemplo: 1."postura de los indios": sentados en el suelo con las piernas cruzadas, 2."postura paquiderma": manos y pies en el suelo pero sin doblar las rodillas, 3."postura del avión": brazos estirados con el cuerpo recto y solo un pie en el suelo, 4."postura del cangrejo" (la de la imagen de la derecha) y 5."tomando el sol": tumbados en el suelo boca arriba.
Después de enseñarle esto los niños empiezan a andar por todo el espacio de la sala, hasta que la la profesora les manda que paren y dice uno de esos números, rápidamente los niños se tienen que poner en la postura que es dicho número. Después se vuelve a empezar, empiezan a andar por todo el espacio otra vez, hasta que la profesora vuelve a indicarles un nuevo número. 
Vuestra tarea es siempre la misma, observar que los niños realicen adecuadamente dichas posturas, sin forzar su cuerpo.