Uno de los principales objetivos de la psicomotricidad es la formación del esquema corporal:
El esquema corporal es la representación mental de nuestro propio cuerpo, de sus segmentos, de sus posibilidades de movimiento y de sus límites.
El esquema corporal se forma a partir de las experiencias y las informaciones sensoriales que son el resultado de la relación entre el individuo y el medio. A partir de ellas el niño va adquiriendo conciencia de sí mismo, conocimiento y control de su cuerpo y consiguiendo un mejor ajuste de sus intenciones motrices a las condiciones del entorno.
Es por eso que cada persona tiene su propio esquema corporal. Este es personal e intransferible.
Este esquema se va formando en el niño desde el nacimiento hasta aproximadamente los 11 o 12 años (donde la base, lo fundamental de éste se ha construido), aunque a los 6 el niño consigue que éste esté totalmente organizado (de los 0 a los 6 años es la etapa más importante de la formación del esquema corporal).
Como hemos dicho, el esquema corporal se forma a partir de las experiencias relacionadas con:
- Las sensaciones: hay 3 tipos:
- Exteroceptivas: son las que conocemos como los 5 sentidos: tacto, oído, vista, olfato y gusto, y nos aportan información que procede del exterior.
- Interoceptivas: son las sensaciones que nos aportan información de los estados de necesidad fisiológica que tenemos en cada momento (hambre, dolor, alegría...) y suponen tensión muscular y la consiguiente reacción corporal.
- Propioceptivas: nos aportan información sobre la propia actividad motriz y ayudan a establecer el control progresivo de la motricidad, es decir, la conciencia que tenemos nosotros mismos de la posición en la que están todas nuestras partes del cuerpo.
- El control tónico: está muy relacionado con el tono muscular. Como expusimos, el tono muscular es el grado de tensión o distensión que necesitan los músculos para poder llevar a cabo una acción o adquirir una postura determinada, pues ese control tónico es la manera en que nosotros lo tensamos o relajamos según la situación en la que estemos. A medida que evoluciona el sistema nervioso del niño éste irá consiguiendo un mayor control del tono y de los movimientos que realice. Existen dos tipos de tono: el tono muscular de base o pasivo (es el tono característico de cada persona cuando no está realizando ninguna acción específica) y el tono muscular activo (es el que permite llevar acabo acciones voluntarias específicas).
- El control postural: hace referencia al equilibrio y a la coordinación dinámica general y segmentaria, y se logra a través de actividades estáticas y dinámicas. La coordinación segmentaria hace referencia a los movimientos globales que implican todo el cuerpo, se refiere a lo que denominamos "motricidad gruesa". La coordinación segmentaria pone en relación determinadas partes del cuerpo (normalmente la vista, el oído y las extremidades) con un objeto, se refiere a lo que denominamos "coordinación viso-motriz", que puede ser "coordinación óculo-manual" (relación ojo-mano) o "coordinación óculo-pédica" (relación ojo-pie).
- La estructuración espacio-temporal: todas las actividades que realizan los niños se desarrollan en un espacio y tiempo determinados. El niño elabora la noción del espacio exterior partiendo de la referencia de su espacio corporal. Se pueden distinguir 2 tipos de espacio: el Práctico (es el espacio real, donde se desarrolla la acción) y el Figurativo (es la representación del espacio real a través de un dibujo). La nociones espaciales pueden ser 5: de orientación, de situación, de dirección, de posición y de dimensión. La percepción del tiempo va asociada necesariamente a la del espacio, el espacio es la duración que separa dos percepciones espaciales sucesivas.
- La lateralidad: es la utilización que hace un sujeto de cada una de las partes del cuerpo (en concreto: ojos, manos y pies) con respecto a su eje de simetría que divide su cuerpo en derecha e izquierda. Si el predominio del lado es el derecho es un sujeto diestro, si el predominio es el del lado izquierdo es un sujeto zurdo, pero si no ha conseguido un dominio lateral en alguno de los lados es un sujeto ambidiestro. Aun así se puede dar una lateralidad cruzada, que es cuando un sujeto es diestro de mano pero zurdo de pie. La lateralidad se establece totalmente entorno a los 6-7 años.
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