Emmi Pikler, pediatra vienesa nacida en 1927, fundó (después de la II Guerra Mundial) y dirigió el Instituto Loczy, el cual actuó, y actúa, como hogar infantil, que se ocupó de los niños huérfanos de la guerra y que, posteriormente, continúo albergando a niños sin hogar o con familias con riesgo.
Su visión del niño pequeño, como un ser activo, competente y capaz de tener iniciativas, hizo que ella, ayudada de sus colaboradores del instituto, generara situaciones y escenarios en el medio donde los pequeños que ahí se crían, puedan disfrutar de múltiples experiencia de vida que preserve su desarrollo y evite las carencias dramáticas que puede crear la ausencia de un lazo significativo con los padres.
En esta misma línea, aplica la misma teoría al trabajo que deben realizar los padres con sus hijos, intentando estimular su desarrollo (sin forzarlo) pero teniendo en cuenta al niño.
Emmi Pikler explica lo adecuado que es el desarrollo motor autónomo y de la importancia de una actividad auto-inducida y conducida por el niño mismo (por si solo). Se refiere igual a la dimensión relacional, mostrando como vivirla en los momentos de cuidados, en un compartir íntimo y profundo entre el adulto y el niño.
En el siguiente enlace podréis ver de manera mucho más explicativa lo que hemos querido decir en los párrafos anteriores: http://www.youtube.com/watch?v=jjqjauDD7kA
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